Mark disfruta de un buen día libre junto a la piscina y trata de broncearse bien. Mientras se pone un poco de aceite bronceador, decide llamar a su hijastra para ver si puede salir y ayudarlo a cubrirse la espalda. Ella sale y no puede dejar de mirar su cuerpo. Empieza a ponerse muy cachonda y decide intentar ver hasta dónde puede llegar. Lentamente comienza a frotar su espalda con aceite y lo convence de que se quite los pantalones cortos para poder frotar POR TODAS PARTES. Ella le asegura que su mamá nunca se enterará. Estaba nervioso al principio, pero se sentía demasiado bien para detenerla. Ella le hace una paja lenta y sensual antes de preguntarle si se la puede chupar. Luego ella le hace una mamada increíble y comienzan a follar antes de que mamá llegue a casa. Él la deja con una enorme corrida en toda su cara y ambos disfrutan de su nuevo y sucio secreto.
