Pensó que aprovecharía su jardín y un día soleado para poder tomar el sol completamente desnuda… ¡pero lo que sucede tampoco parece disgustarle! La soberbia Alice y sus curvas de ensueño están recostadas en el césped de la forma más sencilla, sin ver que un repartidor, interpretado por su amigo Vlad, acaba de traerle un paquete. ¡Mirando descaradamente a su cliente, éste termina siendo expulsado por la joven, que sin embargo decide darle una lección de lo más sulfurosa!