Joslyn está cansada de que su hijo Patrick sea intimidado en la escuela, por lo que decide enfrentarse a su matón, Conor, un bastardo descarado. El matón le dice que no se detendrá a menos que ella le chupe la polla. Inflexible, Joslyn acepta el trato y descubre que la polla de Conor no es cosa de una sola vez. Conor continúa acosando a Patrick mientras Josyln sigue regresando por más. Finalmente, Conor convence a Joslyn de que se deje follarla para que deje de acosar a su hijo. ¿Realmente se detendrá? Una cosa es segura: ¡no lo hará!