Estábamos de paseo por la jungla y comencé a hablar frente a Bruce sobre las serpientes. No olvidé mencionar que había leído que hay más de 60 variedades de serpientes venenosas en Tailandia. ¡No es Buena idea! Comenzó a entrar en pánico un poco y quería volver a casa. Necesitaba calmarlo. Después de muy poco tiempo se olvidó de todas las serpientes en la jungla y se centró solo en su propia serpiente 🙂