Tyler Cruise es atrapado viendo a su madrastra, Júpiter Jenson, desvestirse justo antes de entrar a la ducha. No está enfadada por ello, incluso se siente un poco halagada. Ella se ofrece a mamarlo ante su sorpresa y él ni siquiera duda en aceptar. Ella sigue con entusiasmo la sugerencia hasta que él se corre en su cara.