Penny Barber ha invitado a su amiga Kendra James a almorzar, ¡pero la cocina es un desastre TOTAL! Menos mal que tiene a su hijastro, Jay Romero, para ayudar a limpiar el lugar. Pero cuando Penny le pide a Jay que le preste un poco de fuerza en los codos, él solo gime, quejándose de que se supone que debe ir a pasar el rato con sus amigos en el parque de patinaje…
Pero Penny no va a dejar que Jay se escape tan fácilmente, ESPECIALMENTE después de que rompió el toque de queda la semana pasada. ¿Jay no recuerda? Como castigo por escabullirse, accedió a ayudar a su madrastra con CUALQUIER tarea que necesita en cualquier momento que ella elija. ¡Y no solo eso, sino que TAMBIÉN accedió a dejar que Penny juegue con él mientras lo hace!