Pristine Edge está exasperada por su hijastro, Juan Loco, olvidando constantemente sus modales. Desde poner los codos sobre la mesa hasta hablar con la boca llena, Juan parece no poder entender lo que necesita para ponerse en forma. Pristine se está cansando de recordárselo constantemente, y se pregunta por qué no parece entenderlo. Si él no actúa bien, a ella le preocupa que vaya por la vida sin estar preparado, y la buena etiqueta es extremadamente importante en numerosas situaciones.
Cuando Pristine finalmente se enfrenta a Juan, le revela que tiene muchos problemas para recordar todas estas reglas de etiqueta. ¡Simplemente no puede seguir el ritmo! Al darse cuenta de que Juan puede necesitar un método alternativo para recordar sus lecciones de etiqueta, Pristine decide adoptar un nuevo estilo de enseñanza. Ella asociará cada lección de etiqueta con un acto sexual diferente, de esa manera Juan no tendrá problemas para recordar lo que se necesita para ser un caballero distinguido y correcto. Juan está sorprendido pero ansioso, rápidamente acepta probar esta nueva ‘técnica’ con su madrastra.
